Paraguay enfrenta una caída del 7% en su stock bovino en los últimos cinco años
El hato bovino paraguayo registra una caída acumulada del 7% desde 2021, reflejo de condiciones climáticas adversas y altos niveles de faena. Analizamos las causas y proyecciones para el 2025.

Una tendencia preocupante: el stock bovino de Paraguay acumula una caída del 7% en cinco años
El sector ganadero paraguayo, uno de los pilares fundamentales de la economía nacional, enfrenta un panorama desafiante. Según estimaciones del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), al cierre de la próxima campaña de vacunación contra la fiebre aftosa, el stock bovino podría experimentar una nueva disminución del 3 al 4%, lo que marcaría una reducción acumulada de aproximadamente el 7% entre 2021 y 2025.
El descenso en cifras
En 2020, el hato bovino nacional alcanzó su punto máximo reciente con 13.972.516 cabezas distribuidas entre 141.844 propietarios registrados. Sin embargo, desde entonces, la tendencia ha sido descendente:
- 2021: Baja del 0,7%, con una reducción de aproximadamente 100 mil cabezas.
- 2022: Caída del 2,8%, llevando el total a 13,5 millones de vacunos.
- 2023: Reducción del 0,8%.
- 2024: Un leve repunte del 0,5%, insuficiente para revertir la tendencia.
- 2025 (proyección): Se espera una nueva caída del 3 al 4%.
En términos acumulativos, la disminución proyectada para el 2025 alcanzaría un 7%, una cifra que, aunque no alarmante en términos globales, revela un patrón que exige atención inmediata.
Factores que explican la tendencia
El presidente de Senacsa, José Carlos Martin, relaciona esta caída con varios factores:
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Altos niveles de faena: En los últimos años, Paraguay registró volúmenes históricos de sacrificio, impulsados por la creciente demanda internacional y la necesidad de los productores de aliviar la presión sobre sus campos debido a condiciones climáticas adversas.
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Efectos de la sequía: La prolongada sequía afectó especialmente a la región del Chaco, limitando la disponibilidad de pasturas y agua, lo que obligó a muchos productores a reducir sus hatos.
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Servicios reproductivos insuficientes: Las condiciones climáticas y económicas impactaron negativamente en la eficiencia reproductiva del ganado, reduciendo las tasas de reposición.
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Tendencias globales: El descenso en el stock bovino no es exclusivo de Paraguay. Países como Argentina, Australia y Brasil han enfrentado caídas similares, reflejo de desafíos estructurales y climáticos compartidos.
Un llamado a la acción
José Carlos Martin enfatizó que, aunque una baja del 7% no es alarmante en comparación con otras naciones, sí marca una tendencia que debe ser monitoreada cuidadosamente. “Esto requiere estrategias para mitigar el impacto en el sector y asegurar la sostenibilidad del hato bovino en el largo plazo”, comentó.
La Asociación Rural del Paraguay (ARP) también subrayó la importancia de adoptar medidas para garantizar una recuperación sostenible. Estas incluyen mejoras en la gestión del agua, adopción de tecnologías de manejo de pasturas y programas de reproducción más eficientes.
El impacto en la economía
El descenso en el stock bovino tiene implicaciones directas en la economía paraguaya, afectando tanto los ingresos por exportaciones como la oferta de carne en el mercado interno. Paraguay, reconocido por la calidad de su carne, enfrenta el desafío de mantener su competitividad en un mercado global exigente mientras lidia con problemas estructurales internos.
Perspectivas para el futuro
Si bien las proyecciones para 2025 apuntan a una nueva caída, existen razones para el optimismo moderado. Las lluvias recientes y el esfuerzo conjunto entre sectores público y privado podrían establecer una base para la recuperación gradual del hato en los próximos años. Sin embargo, esto dependerá de la capacidad del país para implementar estrategias integrales que enfrenten los desafíos climáticos y económicos actuales.